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10. La sesión de liberación espiritual o exorcismo

 

Vamos a conocer ahora el procedimiento completo para la sesión de liberación espiritual de un paciente.​​

Tipos básicos de agresión espiritual​

 

Son los que provienen de:​

 

1º. Seres espirituales negativos.

 

2º. Viajeros astrales.

 

3º. Lazos psíquicos dañinos.

​¿Quién y qué debe tratarse en el procedimiento?

 

​1º. El paciente de la agresión espiritual.

 

2º. La vivienda del paciente.

 

3º. El propio exorcista (autoexorcismo) y sus ayudantes si los tiene.​ 

 

Si no se considera todo esto el resultado de la liberación será, en el mejor de los casos, parcial.​​

Fases del procedimiento de liberación espiritual​

 

Fase 1: primer contacto con el paciente

Si se da el caso de que una persona nos pide una sesión de liberación espiritual por primera vez, personalmente recomiendo que la consulta siga este paso a paso, basado en el principio de "primero liberar, luego conversar".​

 

1º. Podemos presentarnos y conversar unos segundos sobre alguna amenidad cualquiera. Preguntarle de dónde es, a qué se dedica, hacer algún comentario simpático, hablar sobre algo ameno de uno mismo... de cualquier cosa que ni siquiera tenga que ver con cuestiones espirituales, para relajar a la persona y romper el hielo.

 

2º. Explicarle que antes que nada le vamos a echar una mirada, a ver cómo está, y después ya hablaremos con calma sobre los detalles de su caso. Podemos avisarla, por ejemplo, de que va a vernos susurrar algunas oraciones y nos verá hacer unos movimientos con los brazos como de pases, pero que no se preocupe porque el procedimiento es suave. Aquí, hay que recordar que en la inmensa mayoría de los casos, si esa persona llegó hasta nosostros es porque realmente se trata de una víctima de agresión espiritual.

 

3º. Le pedimos que empiece a recitar la oración del paciente (explicada a continuación, en el punto 10.1.) y de inmediato iniciamos el procedimiento de liberación espiritual. El objetivo de todo esto es liberar al paciente cuanto antes sin dar tiempo a los entes para crear problemas y hacer también que la experiencia sea para el paciente lo menos estresante posible.

 

4º. Una vez que el paciente esté libre, ya podemos invitarlo a que nos cuente los detalles de su historia. El objetivo aquí será comprender cómo llegó a ese estado para poder orientarlo sobre cómo evitar las causas del problema y sobre cómo cuidarse en adelante para evitar recaídas graves. Para poder hacerlo de manera consistente, se recomienda un estudio minucioso de este manual.​

Fase 2: liberación espiritual del paciente

 

​El paso a paso es el siguiente:​

 

1º. Oraciones preparatorias.

 

2º. Oraciones de exorcismo o ayuda espiritual.

 

3º. Oraciones para viajeros astrales.

 

4º. Oraciones para eliminar lazos psíquicos dañinos.

 

5º. Oración de sellado del paciente.

 

Es de vital importancia que no se omita ninguno de estos pasos o se altere su orden de ejecución.

 

​Cada uno de estos bloques organiza sus acciones según el siguiente patrón:​

 

1º. Pregunta(s) inicial(es) al Señor. Se pregunta si hay que ejecutar el procedimiento o no, si hay que usar una oración u otra, etc. 

 

2º. Ejecución de oraciones y pases.

 

3º. Preguntar al Señor si se para o sigue con las oraciones. ​​

Fase 3: liberación espiritual de la vivienda del paciente

Fase 4: conversación con el paciente sobre su caso, para orientaciones posliberación​

​Fase 5: autoexorcismo del exorcista

 

Aquí hay que considerar 2 ideas de máxima importancia:

 

- No se deben practicar procedimientos de liberación espiritual sobre otras personas o espacios si no dominamos antes el autoexorcismo (véase: 14. Aplicación del procedimiento de liberación sobre uno mismo (autoexorcismo)). ¿Cómo ayudar a otros a resolver un problema si no sabemos resolverlo en nosotros mismos?...

 

- Cualquier proceso de liberación espiritual debe finalizar siempre con el autoexorcismo del exorcista y de sus colaboradores si los hay, el exorcista siempre en último lugar. De ese modo, evitaremos al máximo la posibilidad de dejar amenazas sin resolver.​

 

Nota: La liberación de viviendas y el autoexorcismo siguen el mismo patrón básico de la liberación espiritual para el paciente, aunque con las debidas adaptaciones.​

 

Este capítulo tiene como objetivo el estudio detallado del procedimiento, viendo el qué, cómo y por qué de cada acción.  ​

 

Luego pongo a disposición un guión resumido de sus oraciones y gestualidad, que podrá usted utilizar como texto de apoyo a la hora de ejecutarlo. ​

 

Entonces, comencemos:​

 

Momentos antes de iniciar el tratamiento en el paciente, es totalmente necesario que el practicante realice oración para protegerse de posibles ataques de los entes que estén con dicha persona. Desde aquí propongo la oración del manto de protección pidiéndolo por triplicado:​

 

Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, poned tres mantos sobre mí que me cubran de la cabeza a los pies y que me protejan de todo mal. 

 

Amén.​

 

Fuera de la sesión de liberación hay que pedir solo un manto, pero antes y durante ella el practicante puede pedir tres justamente porque, por el hecho de estar trabajando con liberación, se expone al peligro más que nadie y necesita por ello de especial protección. Desde lo Alto lo entienden y se lo conceden.

 

En el caso de que la sesión se dé por videoconferencia, antes de iniciar la llamada el exorcista también debe realizar sin excepciones la oración que sigue, pues de no hacerlo pueden recibirse ataques de entes que circulan por Internet y que por ser imprevisibles pueden poner en alto riesgo a paciente y exorcista:

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, este aparato y conexión a Internet, así como los de la persona con quien voy a comunicarme ahora, quedan bendecidos y protegidos. 

 

Amén.​​

 

Nota: Las oraciones de los puntos 10.1., 10.3., 10.7.2., 10.10. han sido escritas por la exorcista laica española María Ángeles Bertolín, introduciéndose en este libro pequeñas adaptaciones.

10.1. Oración del paciente

 

Al comienzo del ritual se le pide al paciente que mientras el practicante esté realizando sus oraciones y pases no deje de ir repitiendo mentalmente la siguiente oración: 

 

Dios mío, ayúdame, haz que se vayan.

 

Es importante estar atento a que el paciente no omita ninguna parte de ella, ni la tergiverse, ni pare de hacerla. Cuando esto pasa es porque los entes lo están influyendo para inutilizarla, lo que puede dificultar que el trabajo del practicante surta el debido efecto.

 

No importa si el exorcista, el paciente o los entes negativos hablan idiomas diferentes, el exorcismo va a funcionar igual. Lo mínimo necesario para poder trabajar será que el paciente sepa recitar esta oración en su propio idioma.  

 

Parte de la efectividad de la sesión de liberación se basa en la cooperación entre practicante y paciente. En los casos en que el paciente está en posesión de sus facultades mentales, si no coopera ni pone todo su empeño y fuerza de voluntad para que la liberación se dé, esta puede no darse de manera completa.

10.2. Orientaciones para los acompañantes del paciente

 

Lo ideal es que en la sesión el practicante y el paciente estén solos, pues si en la misma sala hay más gente existen los siguientes riesgos:

1º. Que alguna entidad de las que estén con el paciente venga a poseer a otra persona.

 

2º. Puesto que los entes consiguen su fuerza para actuar en el plano físico absorbiendo la energía de las personas vivas, cuanta más gente haya en la sala más energía tendrá a su disposición para poder manifestarse violentamente.

 

Si no es posible quedarse solo con el paciente, hay que negociar con sus acompañantes para que se quede el menor número posible de ellos.

 

Si se trata de un paciente con antecedentes de manifestación de fuerza sobrehumana, por supuesto que deberán quedarse también las personas que lo tengan que sujetar en caso necesario.

 

Para que cualquier persona diferente del exorcista y el paciente se quede en la sala sin obstaculizar el procedimiento ni correr peligro, debe comprometerse a:

 

1º. No interferir en el procedimiento bajo ninguna circunstancia y no hacer nada que el exorcista no le pida.

 

2º. No mirar al paciente ni al exorcista mientras se está dando el procedimiento. Se le pedirá que mire a cualquier otro lado, a la pared, al suelo, etc., también que no piense en ellos, y mucho menos que ore por ellos, pues eso puede atraer la atención de los entes.

 

3º. Que durante todo el procedimiento se mantenga en oración al Dios de la Biblia, siempre en una comunicación estrictamente individual con Él. Puede ser cualquier oración, la que le resulte más fácil, puede hablar con Dios en un diálogo abierto si quiere. Se tiene que preocupar apenas de mantenerse conectado con Dios en todo momento, sin perder el hilo.

 

4º. A un acompañante escéptico podemos decirle, por ejemplo, que una oración al Dios de la Biblia no tiene cómo hacerle daño a nadie, que la haga aunque no crea.​

 

5º. Siempre que accedan a ello, lo más seguro es que todos los acompañantes se sometan a una sesión de liberación espiritual. Eso garantizara que ninguno de ellos se marche acompañado por entidades.

 

No hay peligro para los acompañantes que se queden en otra sala, con tal de que no oren por el paciente (lo que atraería igualmente la atención de las entidades).

 

10.3. Oraciones introductorias 

 

El procedimiento de liberación se hace con la persona sentada en un asiento sin respaldo o en una silla normal, pero sentada de lado, pues es posible que tengamos que realizar determinadas fricciones en su espalda (el modo de hacerlas se explica más adelante, en el punto 10.7.3. Aplicación de fricciones).

 

Las dos oraciones siguientes son las dos primeras del ritual y mientras se recitan hay que situar las palmas de las manos lo más cerca posible de cima de la cabeza de la persona, pero sin llegar a tocarla.

 

Puede haber algún caso en que el paciente tenga un comportamiento violento y no pare de mover la cabeza durante las oraciones. Aquí el practicante puede elegir entre sujetarle la cima de la cabeza con ambas manos o imponérselas apuntando igualmente al mismo punto desde una distancia suficiente para no ser agredido.

 

En un caso de violencia extrema donde nada de esto sea posible, bastará con recitar la oración.

 

Esta imposición se realiza porque, con ella, ya desde el primer momento le pasamos energía espiritual al paciente a través de su chakra de la cima de la cabeza, lo que empezará a fortalecer su campo energético natural de protección y a debilitar así a los entes.

 

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto: Basta con imponer las manos a la persona de modo que, simplemente, desde nuestro ángulo de visión veamos que se sitúan encima de su cabeza.

Antes de empezar la primera oración de liberación se le pregunta a la Trinidad si la persona necesita el procedimiento: 

 

Padre, Hijo y Espíritu Santo, ¿hago oraciones de liberación espiritual para esta persona [decir el nombre de la persona si se prefiere], sí o no?

Si el mensaje mental que se recibe es afirmativo, se inicia el procedimiento.

 

Primera oración:

 

Señor y Padre nuestro, te rogamos que nos permitas ayudar a este/a hermano/a que va acompañado/a por seres de tinieblas, sea cual sea su número y naturaleza. Te rogamos, Señor, que obres su debilitamiento. También te pedimos que tu fuerza y tu luz purísima y eterna estén con nosotros y nos permitan hacer este acto de amor y de caridad espiritual. Te lo pedimos en el nombre de tu Hijo Jesucristo y por el poder de tu Santo Espíritu. Que así nos sea concedido si es tu santa voluntad.

 

Amén.

 

Segunda oración:

 

Señor y Padre nuestro, estamos aquí reunidos en tu santo nombre y en el santo nombre de tu hijo Jesucristo y te pedimos que estén presentes tus santos ángeles y tu Santo Espíritu para que nos ayuden a realizar este acto de amor y de caridad espiritual hacia esta persona. También te pedimos, Señor, que elimines todos los lazos que unen a esta tierra a cualquier espíritu que la esté poseyendo o influyendo, que perdones todos los pecados de estos y que ninguno deje de ser entregado a ti, concediéndoles así la luz eterna. Te lo pedimos, Señor, en el nombre de tu hijo Jesucristo y por el poder de tu Santo Espíritu. Que así nos sea concedido si es tu santa voluntad.

 

Amén.

 

En este momento se hacen presentes los ángeles de Dios. Incluso en el caso de los videntes más dotados es muy infrecuente que se dejen ver, pues su energía es sutilísima, aunque los que lo han visto afirman que en las sesiones de liberación suelen venir dos de ellos. Tienen una forma que recuerda vagamente la humana pero están hechos de pura luz, tienen una estatura superior a la humana también, más de dos metros, y permanecen suspendidos, aproximadamente a medio metro del suelo.

 

En el espacio donde se realiza la liberación también se abre el túnel de luz que conduce al plano elevado.

 

Las almas que están deseosas de ir a él pueden entrar por sí mismas, las que no lo quieren son entregadas por el practicante a los ángeles y serán ellos quienes finalmente se encarguen de llevarlas a su destino.

 

Esta es una tarea para la que necesitan la ayuda de un ser humano, el practicante en este caso, que es quien ayuda en el tránsito de los entes del plano terrenal al elevado.

 

Nota: Si realizamos las oraciones en voz alta es fácil que el paciente se asuste. Por ello, se recomienda hacerlas mentalmente, sin vocalizarlas, o vocalizándolas pero usando un volumen de voz lo suficientemente bajo como para que podamos visualizarla bien y que el paciente no entienda el texto. Su efectividad no quedará perjudicada en absoluto por hacerlo así, ya que lo que importa de verdad es que se mentalicen claramente y se realicen con fe y amor.

Otra cosa a tener en cuenta es que el exorcista puede tener la tendencia a cerrar los ojos mientas ora, lo que no es recomendable porque hace falta estar bien atento a las reacciones del paciente durante toda la sesión. Esto se aplica igualmente en el autoexorcismo: es necesario estar con los ojos abiertos, atento a lo que pasa en uno mismo y alrededor de uno mismo.

10.4. Pedirle orientaciones a Dios en caso de duda

 

Gracias a estas dos oraciones introductorias del punto 10.3. también se establece una comunicación especialmente directa entre el exorcista y el Señor, y se le pueden ir pidiendo orientaciones cuando no se sepa cómo actuar.

 

Nota: En la oración avanzada del manto de protección para lazos psíquicos dañinos del punto 8.4.1.1. (libro 1), que es un procedimiento muchísimo más simple, basta invocar a la Trinidad para garantizar la buena conexión. Por otro lado, al realizar el proceso de exorcismo completo descrito en este libro 2, las dos oraciones del punto 10.3. no pueden dejar de recitarse integralmente.   

 

Así, una vez establecida dicha conexión, si el exorcista le hace una pregunta al Señor, la primera respuesta que le venga a la mente será la válida, será lo que se le esté respondiendo desde lo Alto.

 

Cabe matizar que las orientaciones y respuestas de lo Alto vienen simplemente en forma de mensaje mental, las sentimos en nuestra cabeza como si fueran pensamientos propios. 

 

Por ejemplo, puede suceder que en un determinado paciente nada de lo que sabemos funcione y que el Señor necesite inspirarnos sobre la marcha alguna nueva manera de trabajar. Entonces, basta con pedir que nos oriente. 

 

Esto garantiza que en ninguna situación quedemos desamparados, por lo que el resultado final de la sesión estará de acuerdo siempre con su voluntad, será el que tenga que ser.

 

Se pueden hacer preguntas del tipo “Señor, ¿cómo quieres que se haga?”, “Señor, ¿paro o sigo con tal oración?”, etc.

 

Este tipo de mensaje o respuesta es sutil, no invasivo y benéfico, viene solo para ayudar cuando hace falta, muy al contrario de los que son producto de enfermedades psiquiátricas o de interferencias causadas por seres espirituales negativos.

 

Si se oyen voces como si fueran de otra persona literalmente, hay que interpretar primero que no son de Dios y realizar las oraciones de protección adecuadas para repeler el ataque espiritual.

 

Como ejemplo de estos mensajes positivos que vienen de lo Alto puedo citar la siguiente situación: 

 

Estando una vez en una sesión presencial con un paciente que en aquel momento decía sentir “Como si unas manos se agarraran a su espalda con fuerza” agoté todo mi repertorio de procedimientos sin conseguir liberarlo. 

 

Entonces, me dirigí al Señor (no en voz alta, claro) diciéndole: “Padre, por tu amor, permíteme la liberación de esta persona. Dame la energía, la fuerza y el conocimiento necesarios para poder hacerlo. Ten misericordia de nosotros. Por favor, ¿qué hago?”. Y entonces recibí un mensaje mental que decía “Agua”.

 

Tomé el pulverizador de agua bendita que uso para bendecir la sala tras las liberaciones presenciales. Bendije al paciente con agua, a mí mismo y a la sala. Esto no acostumbra a ser necesario estando en medio de la sesión de liberación, pero en aquel momento específico, de acuerdo con la naturaleza del ente que estaba atormentando a ese paciente, fue lo que hizo falta para debilitarlo, de modo que cuando practiqué otra vez la oración de exorcismo, ahí sí el paciente quedó liberado, dejando inmediatamente de tener esa sensación de ser agarrado.

 

Con relación a considerar como válida la primera respuesta que recibimos de lo Alto tras preguntar, he de avisar que, sí, esta es la norma que debe imperar. Sin embargo, esporádicamente puede pasar que no funcione al 100%, que haya que preguntar una segunda vez y ahí nos llegue un mensaje mental diferente.

 

Por ejemplo, en otra ocasión, tras hacerle la oración de exorcismo a un paciente, le pregunté al Señor “¿Paro o sigo?” y recibí el mensaje “Para”. Pero la intuición me dio una señal de alerta y le pregunté al paciente: “¿Cómo te sientes? ¿Alguna sensación?” Y me dijo: “Sí, siento una opresión en la garganta, me cuesta respirar”. Pregunté de nuevo: “Señor, paro o sigo” y recibí la respuesta “Sigue”. Practiqué una nueva oración de exorcismo y la molestia desapareció en el acto, sintiéndose entonces el paciente leve y plenamente aliviado.

 

Pregunté una última vez: “Señor, paro o sigo”. Recibí de nuevo el mensaje mental “Para”. Y ahí ya comprendí que eso era correcto porque estaba acompañado de la ausencia total de malestar en la persona.

 

La cuestión de esta comunicación tan cercana con el Señor es una de las que me ha tomado más tiempo de estudio y reflexión, y de las que hasta hoy me deja personalmente más perplejo.

 

Por supuesto, tiene todo el sentido hacerse preguntas como: “¿Esto es real?”... “Si esto lo vivo, no estaré sufriendo algún problema psicológico?”...

 

Los escrúpulos terminan cuando uno observa que los efectos transformadores de estas prácticas son persistentemente tangibles y positivos, tanto sobre uno mismo como, dado el caso, sobre otras personas y sobre los ambientes.

 

El “mecanismo espiritual” que actúa aquí es el siguiente: nuestro espíritu o cuerpo espiritual está conectado directamente al Señor mediante el canal de energía que parte de la cima de nuestra cabeza. 

 

Cuando Dios se comunica con nosotros, el mensaje es recibido primero por nuestro cuerpo espiritual, que luego se lo transmite a nuestro yo consciente.

 

Como ya hemos explicado también en el punto 2.2. El alma, espíritu o cuerpo espiritual y el canal de conexión con Dios del libro 1, se trata de un fenómeno totalmente natural y cuanto mayor es la fe de la persona en Dios, más fácilmente se da.

10.5. Localización de los entes que acompañan al paciente y procedimientos de liberación para cada caso

 

Cuando una persona va acompañada por seres espirituales negativos, estos pueden estar localizados en los siguientes lugares:

 

1. En el áurea de la persona (el campo energético de pocos centímetros de espesor que emite el cuerpo físico humano). Aquí es donde la mayoría suele localizarse.

 

2. Dentro del cuerpo de la persona.

 

3. Totalmente fuera de la persona. Lo normal es que se sitúen a uno o dos metros del cuerpo. No acostumbran a alejarse mucho más porque este es su fuente de energía y si lo hicieran otros entes podrían quitarles el lugar.

 

Algunos espíritus especialmente astutos pueden alejarse más de la persona durante la sesión de liberación queriendo escapar de ser entregados a los ángeles.

10.6. Diferencia entre ayuda espiritual y exorcismo

 

Puede establecerse una diferencia de abordaje entre el acto de ayuda espiritual y el de exorcismo, que tiene que ver con la voluntad del ente con relación a la decisión de entregarse al Señor.

 

En esta obra se interpretará, pues, que en el caso de la ayuda espiritual el practicante ayuda al ente para que se ponga voluntariamente en manos de los ángeles, esto se da en casos en que el ente está en nuestro plano terrenal no porque sea necesariamente perverso, sino porque simplemente está desorientado, cree que tiene algo que hacer aquí, o incluso porque está desesperado por salir de él y ni sabe cómo. 

 

El exorcismo, por otro lado, se practica sobre los entes que no quieren ser entregados a Dios, sí tienen maldad y son sus enemigos, por lo que es necesario entregarlos a la fuerza.

 

Las acciones de ayuda son, por decirlo de alguna manera, acciones sin uso de fuerza contundente. Las acciones de exorcismo sí implican contundencia.

 

Los seres espirituales deben ser tratados con respeto y consideración, como a cualquier ser humano, por lo que el uso de la fuerza ha de ser el adecuado para cada caso. Imagine el abordaje de un policía ante una persona infractora: si es posible intentará resolver la situación sin violencia (ayuda espiritual) y solo si se trata de un criminal agresivo aplicará la fuerza contundente (exorcismo).

 

En el caso del practicante, si utiliza fuerza contundente de manera indebida, lo que puede pasar simplemente es que desde lo Alto le reduzcan la energía, o si necesita un escarmiento severo puede ser que le quiten la energía del todo y tenga que pasar por un muy mal trago quedándose indefenso ante un ataque espiritual.

 

Por todo ello, se recomienda que después de recitadas las dos oraciones introductorias del punto 10.3. se pregunte siempre: “Señor, ¿ayuda o exorcismo?” y se actúe según la primera respuesta que nos venga a la mente con las oraciones y pases adecuados para cada vía de acción, que serán descritos en el siguiente epígrafe.

 

Puede ser incluso que preguntando esto más de una vez se le pida a usted cambiar de procedimiento durante el transcurso de una misma sesión pues, por ejemplo, puede ser necesario entregar en un primer momento a un ente conflictivo y que luego haya que entregar a otros que necesiten apenas ayuda.

10.7. Procedimientos para la ayuda espiritual

 

Primero se pregunta: ¿Señor, ayuda o exorcismo?

Si llega el mensaje mental "ayuda" se procede a ejecutar lo siguiente:

1º. Motivar a los entes hablándoles para que se vayan voluntariamente (lo explico ahora, en el punto 10.7.1.).

 

2º. Efectuar la oración de ayuda espiritual, acompañada de fricciones, pases de contorno, pases de impulso o movimientos de arrancado, tal y como se explicará también ahora en los puntos 10.7.2. a 10.9.

 

3º. Si el mensaje es "exorcismo" se aplica el procedimiento del punto 10.10. Procedimientos para el exorcismo.​

10.7.1. Motivar a los entes hablándoles para que se vayan voluntariamente

 

En un procedimiento en que la persona esté poseída por varios entes puede haber algunos que sean malignos y otros que no.

 

En la mayoría de los casos, cuando hay algún ente que da mucho trabajo para salir es porque obtiene esa fuerza de su propio miedo, intentando agarrarse desesperadamente al cuerpo del paciente.

 

​Entonces, si a los que no son malignos se les explica que lo mejor para ellos es que se acojan al Padre suelen terminar por entenderlo, paran de resistirse y a partir de ahí dejan al paciente fácilmente, por propia voluntad.

Argumentar de este modo con ellos es opcional. Si uno no se siente seguro de hacerlo puede pasar directamente a ejecutar la oración de ayuda espiritual, pero en muchos casos el proceso de entrega de los entes se hace mucho más fácil si se argumenta con ellos antes de hacerla.

Siguen los argumentos que, personalmente, uso de modo más habitual:

 

- Explicarles que el Señor ha decidido acogerlos en su gloria, que van al Cielo, un lugar donde serán perdonados, cuidados y amados.

 

- Que acabó el tiempo de estar en este plano de dolor, donde han estado sufriendo y haciendo sufrir a otros. Que es un día de gran alegría para ellos.

​​

- Que nosotros estamos aquí para ayudarlos en el tránsito, solo les vamos a dar un empujón, apenas tienen que soltarse y relajar.

​- Etc.

Desde aquí se recomienda que esto solo lo haga una persona que se haya preparado para ofrecer tanto ayuda espiritual como exorcismo. Además, el único motivo para hablarles directamente a los entes ha de ser ayudarlos a que se acojan al Señor. Hacerlo por otros motivos puede hacer que seamos fácilmente manipulados por ellos, pues si en algo son maestros es en la mentira y la manipulación psicológica.

A los espíritus malignos no se les argumenta nada, simplemente se los entrega usando el procedimiento de exorcismo.

10.7.2. Oración para el acto de ayuda espiritual

A cada uno de los seres espirituales que acompañan a esta persona:

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, vete en paz. En el nombre de su hijo Jesucristo, vete en paz, y por el poder de su Santo Espíritu que todos los lazos que te unen a esta tierra queden eliminados.

 

En el nombre de Dios Todopoderoso y en el nombre de Jesucristo, su Hijo, y por el poder de su Santo Espíritu, te arranco y te entrego en manos de estos ángeles para que te encaminen al lugar que Dios te haya destinado.

 

Amén.

 

Nota: Ir recitándola en singular o en plural según se sienta la necesidad. Durante el recitado de la primera estrofa que se dirige a la Trinidad se harán fricciones o pases de contorno si el procedimiento se hace de forma presencial y pases de impulso si es por videoconferencia.

 

Durante el recitado de la siguiente se imponen las manos en la espalda del paciente y se efectúa el movimiento de arrancado en el momento de decir "te arranco y te entrego en manos de estos ángeles". Si es por videoconferencia, las manos se imponen igualmente apuntando al cuerpo del paciente que, claro, estará cara a cara con nosotros.

 

Todos estos movimientos se explican detalladamente en los próximos puntos: 10.7.3., 10.7.4., 10.8. y 10.9.

 

IMPORTANTE: vale reforzar que la gestualidad ha de efectuarse mientras se efectúa la oración. Esta acompaña a las palabras conforme se van recitando, de acuerdo con el sentido de las mismas. Hacer primero la oración y después la gestualidad de forma separada no es lo correcto.

Hecho esto, se le pregunta al Padre: "Señor, ¿paro o sigo?".

​Si el mensaje mental que nos llega es "sigue", se pregunta: "Señor, ¿ayuda o exorcismo?".

Y como ya mencionamos, si la respuesta es "ayuda", se repite este procedimiento. Si la respuesta es "exorcismo", se aplica lo indicado para ello en el punto 10.10. Procedimientos para el exorcismo.

Dependiendo del grado de posesión que el paciente sufra, puede ser necesario repetir este procedimiento varias veces. Ya apliquemos el procedimiento de ayuda espiritual o el de exorcismo, no podemos parar de ejecutarlos hasta que el mensaje mental que recibamos sea "para". Solo así sabemos que el paciente está totalmente liberado de la influencia de los espíritus.

Un caso común suele exigir aproximadamente de una a tres tandas de oraciones de ayuda o exorcismo para llegar a la liberación total del paciente. Luego hay casos más difíciles, claro, y ahí hay que persistir en la aplicación de los procedimientos hasta que la situación quede resuelta.

En los pocos casos donde el resultado fue la no liberación o la liberación parcial del paciente, o hizo falta más de una sesión para llegar a ella (a pesar de que el exorcista actuara correctamente), los motivos de ello fueron:  

- Hubo alguna situación nueva, todavía no registrada en este Manual, donde fue necesario un camino de aprendizaje hasta encontar la manera de resolverla. Hay que tener siempre presente que los seres espirituales negativos evolucionan como cualquier otro tipo de ser.

 

- El paciente no quiso ser atendido, no hizo caso de las orientaciones del exorcista o desistió en medio del procedimiento.

10.7.3. Aplicación de fricciones

 

Explicamos aquí en detalle cómo realizar las fricciones asociadas a la oración del punto 10.7.2. Oración para el acto de ayuda espiritual.

 

Estando el paciente sentado en una silla o taburete, se trata de practicarle fricciones rápidas y suaves con las palmas de nuestras manos, sin hacerle daño, en movimientos de abajo hacia a arriba, desde la cintura hacia la cabeza, en espalda, brazos —entre el codo y el hombro—, y/o cabeza si es necesario, ejerciendo toda nuestra fuerza mental y espiritual.

 

Como ya se ha comentado, mediante las oraciones introductorias nos hemos conectado con el plano elevado de manera que nos envían una energía espiritual especialmente intensa, adecuada para esta tarea, y que entrando en nuestro cuerpo por el chakra de la cima de la cabeza se transmite luego a través de las manos.

Al realizar las fricciones sobre la persona el ente percibe la sensación de sacudida producida por el toque físico combinado con la descarga de energía espiritual que sale de ellas. 

 

El sentido de hacer esto es el siguiente: cuando el cuerpo espiritual de un espíritu posesor se une al de una persona viva, se produce un cierto grado de adherencia entre ambos, que se hace mayor conforme va pasando el tiempo. Puede incluso darse el caso de que el posesor quiera dejar a la persona y ni siquiera sepa cómo hacerlo. Así, la sacudida producida por las fricciones, junto con la oración, le facilita en mucho la salida.

 

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto: Las fricciones serán sustituidas por pases de impulso (descritos en el punto 10.8. Pases de impulso).

10.7.4. Aplicación de pases de contorno

 

Otra manera de darles una sacudida energética a los entes para ayudarlos a salir es realizar el mismo movimiento que en las fricciones pero haciendo que la mano pase lo más cerca posible del cuerpo sin llegar a tocarlo. Por llamarlos de alguna manera, nos referiremos a este tipo de movimientos como “pases de contorno”. 

 

Resultan útiles a la hora de trabajar, por ejemplo, con niños muy pequeños, que se asustan con las fricciones, o en cualquier caso donde no sea conveniente que haya un contacto físico con la persona.

 

Para ver la ejecución de ambos tipos de movimientos en la práctica, puede usted consultar el vídeo: Fricciones y pases de contorno — Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá.

https://youtu.be/4XJayTOSG1Q.

10.8. Pases de impulso

 

Para hacerlos, imagine como si delante de usted hubiera un balón y lo golpeara usted por debajo con las manos abiertas para impulsarlo hacia el techo. 

 

En el caso de la liberación por videoconferencia, puede usted imaginar que ese balón está dentro del cuerpo del paciente.

Con este movimiento se proyecta la energía espiritual en forma de ráfaga, imprimiendo una sacudida sobre los entes hacia arriba y adelante, para que sean tomados por los ángeles con mayor facilidad.

 

Cuando los usamos en una oración, su número de repeticiones puede darse de acuerdo con lo que nos pida la intuición. 

 

Personalmente, para una oración destinada a entregar entes suelo hacer entre 1 y 3. Para la oración de viajeros astrales —donde también se usa— la intuición me suele pedir que haga más. De todos modos, esto no es nada rígido.

 

En los próximos epígrafes se irá indicando cuándo pueden ser utilizados.

 

En en caso de la liberación por videoconferencia o con el uso de foto sustituyen a las fricciones.

 

Vídeo: Pases de impulso — Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá.

https://youtu.be/39EgfTuQLnc.

10.9. Movimientos de arrancado

 

En determinados casos, durante el ritual la persona siente molestias en una determinada parte del cuerpo, lo que indica que un ente se ha colocado en la parte del áurea que cubre esa región. 

 

Si las fricciones no las eliminan, se puede hacer un gesto con las manos imaginando que esa localización hay como una masa que hay que arrancar con las manos y una vez extraída del cuerpo se la lanza hacia arriba con un pase de impulso, usando las dos manos o incluso una sola. El acto funciona, el ente es extraído y el paciente siente un alivio inmediato.

 

También se puede pedir la cooperación del paciente preguntándole “Si pudieras quitarte esta molestia de encima, ¿cómo lo harías?”. Normalmente la persona utiliza expresiones simbólicas del tipo: “Me lo arrancaría como si fuera un rábano plantado en la tierra…”, “Clavaría mis dedos como si fueran pinzas y lo arrancaría…”. Así, el practicante puede imitar el movimiento sugerido por el paciente y el ente también es extraído.

 

Si los procedimientos gestuales descritos hasta ahora sorprendían, este aún sorprende más. Pero, ¿por qué funciona también? Una tesis que puede proponerse es que la propia alma del paciente conoce el mejor camino para liberarse, para mover la energía de la manera más adecuada, y coopera con nosotros indicando lo que debe hacerse a través del lenguaje simbólico.   

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto se realizarán como en la presencial.

Vídeo en YouTube: Arrancado - Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá

https://youtu.be/4eXOcENoRZU

 

 

 

10.9.1. Movimiento de arrancado sobre la región del chakra del plexo solar

 

Algo que con la práctica he ido notando es que el chakra que está en el plexo solar (donde se localiza el último hueso en la parte más baja del esternón) es el punto por donde los entes pueden ser extraídos con mayor facilidad.

 

A veces, cuando los entes se extraen o los lazos se eliminan, el paciente puede sentir algún tipo de sensación táctil en esa región (como algún tipo de presión, pequeña molestia, sensación de vacío, etc.).

 

Cuando necesitemos efectuar un movimiento de arrancado y el paciente no tenga sensaciones en ninguna parte específica del cuerpo, el movimiento puede hacerse arrancando sobre este punto. 

 

Podemos arrancar indistintamente desde la espalda del paciente o desde la parte frontal de su cuerpo.

 

Esto no es obligatorio, pero sí algo que me parece interesante recomendar.

10.10. Procedimientos para el exorcismo

 

La oración para exorcizar espíritus, esto es, para extraerlos a la fuerza del cuerpo del paciente, es esta:

 

A cualquier ser espiritual que esté en esta persona: 

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo su hijo y por el poder de su Santo Espíritu,, yo te ato con este lazo/estos lazos de luz indestructible, te arranco y te entrego en manos de estos ángeles para que te encaminen al lugar que Dios te haya destinado. 

 

Amén.

 

Nota: Ir recitándola en singular o en plural según se sienta la necesidad.

 

Al decir “yo te ato con este lazo/estos lazos de luz indestructible” el practicante levanta el dedo índice de una mano y traza uno o más círculos en el aire en sentido horizontal, visualizando que de él se disparan una o más sogas de luz que capturarán al ente u entes que puedan estar dentro del paciente. Acto seguido, al decir “te arranco” hará un gesto seco con las manos como si tirase de la soga para sacar al espíritu o espíritus del cuerpo de la persona. Queda a criterio del exorcista si hay echar un lazo o más, basta con seguir lo que pida la intuición. Para finalizar, mientras se recita “y te entrego en manos de estos ángeles para que te encaminen al lugar que Dios te haya destinado” se efectúan pases de impulso en dirección al espacio delante de nosotros donde visualizamos que están los entes.

 

Vídeo en YouTube: Lazo de luz - Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá

https://youtu.be/kHlxW16VCMg

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Una vez efectuado esto, se le pregunta al Padre: "Señor, ¿paro o sigo?".

 

​Si el mensaje mental que nos llega es "sigue", se repite el procedimiento. 

Dependiendo del grado de posesión que el paciente sufra, puede ser necesario repetir este procedimiento varias veces, hasta que el mensaje mental que recibamos nos pida parar. ​

 

Este procedimiento de exorcismo también podemos aplicarlo con la siguiente variante:

Después de preguntar "Señor, ¿ayuda o exorcismo? y recibir la respuesta "exorcismo", podemos preguntar: "Señor, ¿lazo o arranco?" 

Si la respuesta es "lazo" recitamos la oración aplicando la gestualidad del lazo. Si la respuesta es "arranca" la recitamos aplicando movimientos de arrancado.

10.10.1. Comentario sobre el lazo de luz

 

Del mismo modo que es posible proyectar energía espiritual a través de las manos en una bendición o en una imposición de manos, cuando se combina esta oración con la visualización mental del lazo y los gestos aquí descritos, se consigue, por increíble que parezca, que la energía tome esta forma de lazo. Esto se debe a que los planos físico, mental y espiritual con sus respectivos tipos de energía interactúan entre sí. 

 

Los practicantes que tienen el don de la clarividencia lo ven literalmente, quienes no lo tienen saben que realmente se forma y funciona por los efectos de su uso. Aunque, lo vea el practicante o no, la entidad es atada y entregada.

 

Esto se hace cuando sabemos que se trata de espíritus malignos, que podrían agredirnos o escapar, cuando tras hacer la pregunta “Señor, ¿ayuda o exorcismo? recibimos el mensaje mental “Exorcismo”. Mediante este lazo los atamos e inmovilizamos para entregarlos de inmediato a los ángeles.

 

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto: Se realizarán como en la presencial.

10.11. captura y entrega a los ángeles de entes que están fuera del cuerpo y del áurea del paciente

 

A veces puede suceder que una entidad que acompaña al paciente se aleje unos metros del lugar del exorcismo queriendo escapar de ser entregada. Así, este procedimiento permitirá que sea atraída y situada ante nosotros para que podamos entregarla a los ángeles sin darle posibilidad de escapatoria.

 

Para ello se utiliza la siguiente oración:

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo, su hijo, y por el poder de su Santo Espíritu, a cualquier ser espiritual que esté perturbando a esta persona, escuchadme estéis donde estéis y situaos ante mí. Yo os entrego en manos de estos ángeles, para que os encaminen al lugar que Dios os haya destinado. 

 

Amén.

 

Nota: Todas las oraciones se pueden hacer en singular o en plural, según lo pida la intuición.

 

Gestos que acompañan la oración:

 

En el momento en que se cita cada persona de la Trinidad, se traza simultáneamente en el aire con la mano una cruz latina o un cristograma iota chi apuntando a una región específica de la sala donde no haya ninguna persona, e idealmente fuera del ángulo de visión del paciente.

 

Nota: Estos gestos son los mismos utilizados, por ejemplo, a la hora de bendecir. Para recordar su forma de uso y sentido, véanse los epígrafes: 13. La bendición y 13.3. Uso del cristograma ix para las bendiciones, del Libro 1.

Durante el recitado de la parte “Yo os entrego en manos de estos ángeles, para que os encaminen al lugar que Dios os haya destinado” se realizan pases de impulso apuntando a la misma región de la sala.

 

Por el hecho de estar en movimiento fuera del cuerpo del paciente, los entes dejarán un rastro de energía negativa en la sala, de modo que para limpiarla se recomienda bendecir dicho espacio con agua bendita al término de la sesión.

 

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto se realizarán como en la presencial.

 

Personalmente, en una sesión de liberación común hago primero las dos oraciones introductorias, luego una primera tanda de oración de ayuda o exorcismo, según se pida, y luego hago esta oración. 

 

Al terminarla, pregunto al Señor “¿Paro o sigo?”. Si me pide que siga, ahí continúo haciendo oraciones de ayuda o exorcismo hasta que se me pida parar. 

 

Cuando pide seguir, continúo preguntando también “Señor, ¿ayuda o exorcismo?”, para ir aplicando la que más convenga.

10.12. Procedimiento para alejar a viajeros astrales

 

Nuestro cuerpo espiritual tiene la capacidad de salir del cuerpo físico. Además, cuando esto sucede ambos cuerpos quedan conectados por un tipo de cordón de energía llamado "cordón de plata".

Aquí, el cuerpo espiritual viaja por un espacio que se llama "plano astral", el cual se compone de muchos tipos de regiones, aunque también puede coexistir con nuestro plano físico.

A un ser humano vivo cuyo cuerpo espiritual esté viajando por el plano astral lo llamamos "viajero astral". 

De manera natural, todos los seres humanos hacen viajes astrales durante el sueño. Solo unos pocos consiguen hacerlos estando despiertos, para lo cual hay que aprender toda una serie de técnicas que lo permiten. 

 

Desde ahora, quisiera reforzar que no recomiendo que nadie aprenda esas técnicas ni practique viajes astrales provocados conscientemente a través de ellas. 

El viaje astral es, sí, una actividad natural de nuestra alma durante el sueño y por ello comprendo que tiene su función y sentido, pero también me consta que en el plano astral existen peligros para los que la mente consciente no está preparada. Mi posición personal con respecto al viaje astral es que no debe hacerse conscientemente.

Los viajeros astrales pueden practicar agresiones a otras personas desde el plano astral y con una frecuencia suficiente como para recomendarle al exorcista que cada vez que realice el procedimiento de liberación le pregunte siempre al Señor si debe realizar o no las oraciones destinadas a anularlas, que serán descritas a continuación. 

 

Incluso, las agresiones de viajeros astrales que actúan en grupo son más frecuentes de lo que podríamos imaginar. Esto se debe sencillamente a que el movimiento de los seres humanos en el plano astral es algo masivo. 

 

Ahora voy a contar brevemente dos casos de pacientes tratados por mí agredidos por grupos de viajeros astrales y que me parece ilustran de manera inequívoca la realidad del fenómeno.

Caso 1

Durante los procedimientos presenciales suelo leer los textos de las oraciones en una computadora. No fue mi primer caso relacionado con viajeros en grupo, pero sí el primero en que me dispuse a leer el texto recién escrito de la oración que hasta hoy aplico para ellos.

Un segundo antes de empezar a leerla, la computadora se descontroló totalmente, una serie de ventanas empezó a abrirse y cerrarse frenéticamente, el puntero del ratón empezó a moverse por la pantalla velozmente sin yo hacer nada y el archivo que contenía las oraciones se corrompió. Al reiniciar el aparato y recuperar una copia del documento, se recuperó solo una versión anterior que no contenía la oración para grupos de viajeros.

 

Toda esta confluencia de “síntomas” mostró la intervención de algún tipo de consciencia con la clara intención de impedir la ejecución del procedimiento, tan vehemente, sofisticada y oportuna que permitió excluir la posibilidad de que se tratara de un fallo informático o ataque cibernético fortuitos. 

 

De ese modo, interpreté que se trató de una reacción de miedo intenso por parte de los viajeros, lo que unido a los otros casos anteriores, ya me confirmó que el procedimiento tiene fuerza efectiva y es realmente necesario.

​​

Caso 2

Después de ejecutar una primera vez la oración para grupos en el paciente, al preguntar si debía parar o seguir me llegó la orientación de ejecutarla cuatro veces más antes de pedírseme que parara. 

 

Al final le pregunté al paciente si había sentido algún cambio de estado corporal o mental durante el proceso y me dijo que sí.​

 

Mientras yo recitaba la oración de forma susurrada para no perturbarlo, este solo sabía que aquellos susurros eran oraciones, aunque no podía llegar a entender mis palabras. Solo me veía orando y haciendo algunos movimientos con los brazos, en ningún momento le dije nada sobre viajeros astrales para no condicionarlo.

 

​Su comentario al terminar fue este: “En la primera oración me vino una sensación de náusea, en la segunda sentí como si me atravesaran una aguja de sien a sien, en la tercera sentí un fuerte mareo, en la cuarta sentí como si algo en mi frente, como un remolino, girara de manera frenética y caótica*. Cada sensación paró al terminar cada oración. Después de la quinta me quedé bien, ya no sentí ninguna molestia más”.

 

*. Los atacantes espirituales le pusieron en movimiento al paciente el chakra del tercer ojo, fenómeno que sucede con cierta frecuencia durante las sesiones de liberación.​

10.12.1. Oraciones para alejar viajeros astrales

Puesto que los viajeros astrales son seres humanos vivos, el único objetivo de este procedimiento es hacer que dejen de incomodar a la persona agredida.

A veces, se da la presencia de un solo viajero astral y otras de un grupo de ellos. Por eso, la oración para alejarlos tiene 2 versiones, adaptadas a cada caso.

A la hora de hacerla, hay que preguntar primero:

Señor, ¿hago la oración para viajeros astrales en [nombre del paciente], sí o no?

 

Y en caso de respuesta afirmativa, hay que preguntar:

 

¿Para persona o grupo?

Ejecutaremos una u otra dependiendo del caso.

Oración para 1 viajero astral

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo su hijo y por el poder de su Santo Espíritu, a quien esté aquí solo en cuerpo astral, escúchame y sitúate ante mí. Aparta tu alma y tu mente para siempre de esta persona. 

 

Amén.

​​

Oración para un grupo de viajeros astrales

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo su hijo y por el poder de su Santo Espíritu, a quienes estéis aquí solo en cuerpo astral, escuchadme todos y situaos ante mí. Apartad vuestra alma y vuestra mente para siempre de esta persona.

 

Amén.

​La gestualidad para esta oración es la misma que en el caso del punto 10.10. Captura y entrega a los ángeles de entes que están fuera del cuerpo y del áurea del paciente: se hacen las tres cruces en el aire mientras se citan las 3 personas de la Trinidad. Luego, los pases de impulso se efectúan mientras se recita “Apartad vuestra alma y vuestra mente para siempre de esta persona.”.

 

Aquí, cuando hacemos los pases de impulso, las ráfagas de energía que proyectamos desde nuestras manos hacia el punto de la sala donde se concentran los viajeros astrales sirven para alejarlos.

 

Siempre, al terminar la oración se pregunta: "Señor, ¿paro o sigo?" y si la respuesta es "sigue", hay que preguntar otra vez: "¿Persona o grupo?".

Curiosamente, cuando hay que hacer estas oraciones más de una vez, a veces hay que alternar entre una y otra.

En el caso de la liberación espiritual a distancia, el procedimiento es el mismo.

10.13. Procedimiento para eliminar lazos psíquicos dañinos en el paciente

 

Trataremos aquí de la eliminación de los lazos psíquicos dañinos descritos en el punto 2.4. Los lazos psíquicos, del libro 1.

 

Primero, preguntamos: “Señor, ¿quieres que haga la oración para eliminar lazos psíquicos dañinos en esta persona [decir el nombre de la persona si se prefiere], sí o no?”

 

En caso de respuesta afirmativa, le pediremos al paciente que se ponga en pie y que desde este momento y hasta el final de la sesión deje de recitar la oración “Dios mío, ayúdame, haz que se vayan” y pase a ir repitiendo mentalmente esta otra: 

 

Dios mío, ayúdame, elimina los lazos dañinos que me aten.

 

Podemos explicarle también que lo que vamos a hacer ahora es para eliminar energías mentales negativas que puedan venir de otras personas, lo que también puede hacer daño a nivel espiritual.

 

Acto seguido, recitaremos la siguiente oración:

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo su hijo y por el poder de su Santo Espíritu, si esta persona está atada por algún lazo psíquico dañino, queda eliminado y destruido desde ahora.

Amén.

 

Mientras la recitamos, nos situaremos detrás del paciente y le iremos haciendo diversos pases lentos. 

Modo de hacer los pases:

 

Primero, imponemos nuestras manos sobre la cima de la cabeza del paciente. A partir de ese punto, las hacemos bajar lentamente a lo largo de los costados de su cuerpo, con las palmas orientadas hacia él, bajando hasta llegar lo más abajo posible de su cuerpo, pero sin llegar al punto de tener que agacharnos.  

 

Se trata, sobre todo, de aplicar este procedimiento sin prisa, ya que interesa que la energía espiritual que va a salir de nuestras manos hacia el cuerpo del paciente vaya penetrando bien en él. Incluso podemos recitar la oración en un grado de lentitud que nos dé tiempo de efectuar varios pases mientras dura el recitado. 

 

No hay una distancia fija que nuestras manos deban mantener con relación al cuerpo del paciente, pero a modo orientativo puedo sugerir que sean unos 10 o 20 centímetros, basta con que a uno esa distancia le parezca confortable de un modo intuitivo. De ese modo, cubrimos bien tanto su cuerpo físico como su aura.

 

En algunos libros que hablan sobre lazos psíquicos dañinos he visto procedimientos que buscan suprimirlos cortándolos con violencia. 

 

En esta oración no hablamos de “cortar” y sí de “eliminar y destruir” porque cuando un lazo adhiere al cuerpo de una persona crea como una especie de raíz que penetra en él, como si se tratara de una planta cuyas raíces entran en la tierra. Si el lazo se corta sin eliminar la raíz, no solo puede volver a formarse con mayor facilidad, sino hacerse más fuerte que antes.

 

En este procedimiento, cuando aplicamos los pases, la energía espiritual que sale de nuestras manos elimina los lazos hasta su raíz y de un modo no traumático.

 

Además, existen lazos que no llegan a prenderse dentro del área del cuerpo físico, sino que lo hacen en algún punto del aura. A través del uso de pases, conseguimos eliminarlos también.

 

Algo importante que también hay que comentar es que en este procedimiento se eliminan apenas los lazos psíquicos dañinos, no los benignos. Si los lazos benignos se eliminaran, la persona podría sufrir toda una serie de trastornos. Por ejemplo, ello podría perjudicar sus relaciones afectivas con personas que ame, sufrir dolencias físicas, etc.

 

Por ejemplo, observo que pacientes en los que he de aplicar diversas sesiones del procedimiento dejan de tener pensamientos destructivos con relación a las personas a las que estaban atadas negativamente de inmediato (mientras antes no conseguían dejar de tenerlos de ningún modo), pero los sentimientos de amor con relación a su seres queridos no sufren ningún tipo de alteración negativa.

Tras recitar la oración preguntamos: “Señor, ¿paro o sigo?”

 

Si nos pide seguir, repetiremos la operación hasta que nos pida parar, claro.

 

Sigue un vídeo que ilustra cómo hacerlos: Pases básicos al paciente para eliminar lazos psíquicos dañinos — Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá.

https://youtu.be/Idw-4hUFCrI.

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10.13.1. Síntomas durante el procedimiento de eliminación de lazos psíquicos dañinos

 

Lo más usual es que el paciente no tenga ningún tipo de sensación física durante este procedimiento, pero a veces sí las tiene. También puede pasar que entre las personas que se someten a varias sesiones de liberación, en algunas de ellas no sientan nada y en otras sí.

 

A veces, cuando de modo intuitivo siento que debo hacerlo, tras una primera aplicación del procedimiento le pregunto al paciente: “¿Ahora tiene usted algún tipo de sensación física?”.

 

Cuando la respuesta es sí, he identificado síntomas como:

 

- La persona ha sentido que mientras yo hacía los pases le surgía como un calor en el cuerpo en las regiones por donde iban pasando mis manos. Otras veces no es un calor, sino como una sensación de vibración corporal.

 

- La persona siente una presión intensa en puntos del cuerpo donde hay chakras. El punto donde esto sucede con más frecuencia es en la región del chakra del plexo solar, que es donde se prenden los lazos psíquicos dañinos con mayor frecuencia. El segundo punto donde se prenden más es el chakra del tercer ojo, en la frente.

 

- Puede tener sensaciones táctiles parecidas a las que podríamos sentir si nos atan con algo. Por ejemplo, el paciente puede decir cosas tales como: siento como si tuviera la pierna atada con una cadena, siento como si tuviera unas esposas apretándome la muñeca, siento como si tuviera algo tirándome del pie, etc. Cabe recordar que antes del procedimiento, no hay que explicarle nada sobre la naturaleza de los lazos psíquicos, para no sugestionarlo. 

 

- Puede sentir dolor muscular o sensación de opresión en cualquier otra parte del cuerpo, que indica dónde un lazo está prendido. Algunos ejemplos: una sensación de asfixia en el pecho, un dolor lumbar, un dolor de cabeza, etc.

 

Validamos que estos síntomas están asociados a lazos psíquicos cuando se aplica la oración junto a los pases y acto seguido desaparecen.

 

Aquí, tras hacer la oración podemos preguntarle (normalmente dejo pasar algunos segundos antes de hacerlo): “¿Ha habido algún cambio con relación a la sensación?”. Si dice que la sensación ha parado, significa que el lazo ha sido eliminado. Si no, hay que seguir haciendo las oraciones hasta que pare.

 

Esporádicamente, un lazo puede ser excepcionalmente fuerte, al punto que veamos que hacemos la oración con pases varias veces y el síntoma no se va.

 

Aquí podemos probar a hacer la misma oración pero aplicando movimientos de arrancado sobre la región del cuerpo del paciente donde la sensación esté localizada. En los casos extremos, esto es lo que ha funcionado.

 

Una que preguntamos al Señor si parar o seguir y nos llega el mensaje mental de parar. Haremos esta otra oración, que no va acompañada de gestualidad:

 

Padre, Hijo y Espíritu Santo, haced que su emisor sea confrontado con vuestro poder y gloria, que su alma y su mente queden desatadas para siempre de esta persona [también podemos decir su nombre] y que entienda que nunca más debe agredir psíquica o espiritualmente a nadie, permitid que alcance la paz y sanadlo de todos sus males. 

 

Os pido también que si la agresión viene de algún objeto tratado con magia para agredirla continuamente, este quede sin acción a partir de ahora. 

 

Que así sea concedido si es vuestra santa voluntad. 

 

Amén.

​​

El procedimiento es el mismo cuando se aplica por videoconferencia o foto, con una salvedad: al aplicar los pases sobre el paciente en una videoconferencia no podremos ver su cuerpo entero, pues el ángulo de visión de la cámara no lo permitirá. 

 

Sin embargo, eso no importa, haremos los pases haciendo que el movimiento de nuestras manos cubra desde la cima de su cabeza hasta sus pies, aunque no consigamos ver literalmente la parte inferior de su cuerpo.

 

10.14. Procedimiento de sellado energético

 

Para finalizar el procedimiento de liberación espiritual del paciente, una vez se han realizado los procedimientos para seres espirituales negativos, viajeros astrales y lazos psíquicos dañinos, le aplicaremos el de sellado energético, mediante el cual ponemos sobre él un manto protector especialmente fuerte.

 

La oración a hacer es esta:

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo, su hijo, y por el poder su Santo Espíritu, pongo un triple manto protector sobre ti que te cubra de la cabeza a los pies y que te proteja de todo mal, de todo espíritu negativo, lazo psíquico dañino o viajero astral, y lo sello sobre tu cabeza con las bendiciones del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Que así sea concedido, Señor, si es tu santa voluntad. 

 

Amén.

 

Desde el comienzo de su recitado hasta llegar a las palabras “viajero astral” se van haciendo pases lentos sobre el cuerpo de la persona de arriba a abajo, partiendo de su cabeza y llegando hasta sus piernas, visualizando que formamos sobre ella con nuestras manos una especie de manto o burbuja de energía protectora.

 

Al decir “y lo sello sobre tu cabeza”, pondremos las manos abiertas sobre la cima de la cabeza del paciente en posición horizontal y trazaremos unos tres círculos con ellas, con movimientos circulares cruzados, en sentido lateral.

 

Luego, al citar cada persona de la Trinidad trazaremos una cruz latina o un cristograma, según prefiramos, con el dedo pulgar de la mano apuntando al centro de la cima de la cabeza. 

 

En la liberación por videoconferencia o con el uso de foto, los pases en el cuerpo y de sellado en la cima de la cabeza se practicarán del mismo modo que en un exorcismo presencial, apenas apuntando al cuerpo de la persona desde nuestro punto de vista. La cruz latina o el cristograma se trazarán con la mano en sentido vertical (como cuando bendecimos a alguien o algún objeto), pero de manera que el centro de la cruz o cristograma apunten a la cima de la cabeza de la persona.

 

Vídeo ilustrativo en YouTube: Sellado - Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá

https://youtu.be/a8L3zGlP98A

10.14.1. Resumen de la gestualidad del procedimiento de liberación espiritual o exorcismo por videoconferencia

 

Vea en detalle los gestos del procedimiento en este vídeo:  Gestualidad de exorcismo por videoconferencia — Guía de liberación espiritual o exorcismo. Isidro Jordá.

https://youtu.be/pDpcURsXu_4?si=FpAwlUWNQUJr5Tkr.

 

Minutaje:

 

00:03 Imposición de manos asociada a la primera oración introductoria.

 

00:12 Pases de impulso efectuados de forma lenta, apenas para facilitar la comprensión del movimiento.

 

00:20 Pases de impulso a velocidad normal.

 

00:32 Gestualidad de la proyección del lazo de luz: lanzar el lazo a partir del dedo índice para atar a los seres espirituales negativos + arrastrado del lazo hacia sí para sacarlos fuera del cuerpo del paciente + pases de impulso para entregarlos a los seres angélicos.

 

00:44 Imposición de manos inicial sobre el cuerpo del paciente + movimientos de arracado + pases de impulso.

 

00:56 Pases para eliminar lazos psíquicos dañinos.

 

01:17 Movimientos para el sellado energético del paciente: pases iniciales + movimiento lateral de manos para ponerle un triple manto protector + sellado final del paciente proyectando sobre la cima de su cabeza la cruz latina o iota chi.

10.15. Respiraciones para la limpieza de secuelas

 

Tras la oración de sellado es posible que el paciente sienta algún tipo de molestia física, lo que puede deberse a las secuelas energéticas dejadas por los entes extraídos.

 

Dado el caso, para ayudarlo a eliminarlas podemos pedirle que realice tres o cuatro respiraciones lentas y profundas, inspirando el aire por la nariz y sacándolo por la boca.

 

Sobre el concepto de secuela, véase: 7.9. Las secuelas psíquicas y físicas (libro 1).

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