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9.1

9. Síntomas más usuales que indican influencia o posesión

 

1. Sentimientos negativos agudizados: depresión, rechazo hacia las personas amadas, deseo de dañar a los demás o a sí mismo (incluyendo impulsos suicidas), profunda tristeza, desesperanza...

 

2. Pérdida de la fe en Dios.

3. Inapetencia sexual o repulsión erótica súbita hacia el cónyuge.

 

4. Sentimiento de gran soledad ante la vida, aislándose uno mismo además, sintiéndose molesto antes cualquier relación social.

 

5. Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas, espasmos, sonambulismo, etc.).

 

6. Síntomas psicosomáticos de todo tipo. Al realizar exámenes médicos o psicológicos, los resultados indican que no hay ningún problema.

 

7. Gran confusión mental, inseguridad, pérdidas de memoria.

 

8. Sentimientos de culpabilidad e impotencia.

 

9. Sentir la cercanía de alguien invisible, sentir que uno es tocado.

 

10. Ver espíritus de cualquier tipo, independientemente de que se presenten como seres benéficos o bajo formas asustadoras.

 

11. Dificultades para orar.

 

12. Miedos y temores infundados.

 

13. Manías y fijaciones.

 

14. Trastornos de personalidad.

 

15. Nerviosismo incontrolable, histeria o epilepsia.

 

16. Atracción hacia escenas de crueldad.

 

17. Estados de ausencia.

 

18. Ver total o parcialmente la cara de otra persona cuando se mira uno mismo al espejo.

 

19. Convencimiento de que se está siendo víctima de magia negra.

 

20. Oír voces que hablan en el pensamiento, o incluso oírlas literalmente en el ambiente; voces que muchas veces, además, transmiten pensamientos negativos de todo tipo, induciendo a acciones destructivas.

 

21. Existe toda una serie de síntomas experimentados por personas de movimientos espiritualistas que practican manipulaciones de la energía psíquica y espiritual (a través de actividades como la meditación, la transmisión de energía, la canalización de entidades, etc.).

 

Un denominador común en los textos teóricos de estos movimientos es que tales síntomas suelen ser definidos como “síntomas de ascensión”. Se le dice a la persona que si tiene esos problemas es porque está “evolucionando espiritualmente”, está “aumentado su luz”, “las vibraciones de su alma se están elevando”, etc.

 

Cuando estas personas llegan al exorcista, lo que se descubre invariablemente es que están siendo producidos por entes negativos. Una vez se realiza la liberación espiritual cesan, o si están en un estado tan avanzado que ya no es posible una total recuperación, por lo menos se atenúan significativamente.

 

Cuadros patológicos muy comunes también en personas que llevan años realizando estas prácticas son la fibromialgia y el cáncer, lo que se debe a la agresión prolongada e intensa que supone someter al sistema nervioso a ellas.

 

22. Reiterados fracasos de todo tipo: personales, profesionales, económicos, afectivos, etc. Aunque, cuidado, si los entes notan que lo que debilita más a la persona es tener dinero y poder, también se lo van a permitir. 

 

En relación al dinero, es necesario tener claro que este no es más que un amplificador de nuestras posibilidades de acción en el mundo físico y que puede usarse tanto para la evolución como para la involución espiritual. Así, ideas como “ser rico = estar bendecido por Dios” o “ser rico = ser mala persona” no son necesariamente verdaderas aunque ambas hayan sido inculcadas a muchos. Hay que ver cada caso.

 

Observaciones:

 

Como ya se ha dicho, se puede confirmar que estos síntomas son producto de interferencia espiritual cuando en el momento de su manifestación las oraciones protectoras los hacen disminuir o desaparecer. También hay que insistir en que el tratamiento espiritual no debe sustituir a los tratamientos médicos o psiquiátricos, sino apoyarlos y complementarlos según lo necesite cada caso. 

 

Por último, cabe señalar que los síntomas más espectaculares, como las convulsiones, la aparición inexplicable de heridas, la levitación del cuerpo, la posesión total donde el espíritu habla literalmente a través del poseído, etc., son los menos frecuentes. Lo normal es que los entes vayan minando a la persona a lo largo de toda su vida, discreta y sutilmente, de modo que la inmensa mayoría de quienes lo sufren no lleguen ni a tener conciencia jamás del problema.

9.1. Cómo tratar a una persona que fue o es perturbada por seres espirituales negativos

 

1. Para encarar este asunto hay que partir de la siguiente idea: actualmente y más que en cualquier otro tiempo histórico conocido, al observar al ser humano hay que tener en cuenta la acción de la humanidad visible y la de la invisible.

 

2. Durante el periodo de influencia, la persona es parcial y a veces totalmente irresponsable por sus actos. Entonces, en la medida de lo posible, debemos tener hacia ella una actitud de comprensión y compasión, y defendernos, claro, si es hostil hacia nosotros.

 

3. Si el individuo es liberado, tendrá que pasar por un proceso de recuperación de su verdadera personalidad y valores, antes anulados, además de tener que recuperarse fisiológicamente, pues su sistema nervioso, entre otras partes de su organismo, habrá sido dañado. 

Ir a: 10. Posesión o influencia en la infancia

Ancla 1
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