15. Limpieza espiritual de viviendas mediante la bendición
Lo ideal es combinar una oración de bendición con la aspersión de agua bendita. Una forma de hacerlo puede ser la siguiente:
1º. La vivienda se va bendiciendo espacio por espacio, sin dejar de bendecir ninguno. Solo no hace falta bendecir áreas externas, como patios y jardines, cuando se trate de viviendas que las tengan.
Sigue, pues, la oración para ello:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, esta sala queda bendecida.
En el momento de mencionar a cada persona de la Trinidad se hace una cruz o un cristograma iota chi en el aire (como hacen los sacerdotes cuando bendicen) apuntando a una dirección del espacio diferente cada vez (3 personas de la Trinidad = 3 direcciones de la sala).
2º. Después de recitar las palabras de la oración se echa el agua bendita en el aire, con un pulverizador, echando unas gotas con la propia mano o como se quiera. La cantidad de agua a utilizar en cada sala se determina de forma intuitiva, hay que utilizar la cantidad que pida el corazón.
3º. Para limpiar un espacio a fondo, hay que hacer la bendición al menos durante 3 días seguidos. Luego, se va bendiciendo de vez en cuando, también según lo pida el corazón. Dependiendo de su sensitividad en relación a las energías espirituales, puede ser que note usted una mejora de la energía conforme pasa cada día.
Observaciones:
1. Se recomienda apenas bendecir la propia vivienda. Hacerlo, por ejemplo, en el espacio de trabajo puede producir diversos conflictos si se convive con otras personas: básicamente, se puede despertar hostilidad en los colegas de trabajo, ya que los entes que los acompañan pueden instigarlos contra usted, o si se trata de un lugar que atiende al público puede haber un descenso en el número de clientes, ya que los espíritus que acompañan a muchas personas las van a condicionar para que no frecuenten el lugar.
Al bendecir un espacio ajeno, estamos primero llamando la atención de los entes que haya en él y, por otro lado, lo pueden interpretar como una invasión de territorio. Cosa muy diferente es cuando encontrándonos fuera de casa hacemos la oración de protección: en este segundo caso estamos siendo discretos, pues el cambio de energía se ciñe a nuestro cuerpo, de modo que simplemente podemos no ser notados y/o provocarles el deseo de dejarnos en paz.
2. Recuerde siempre que quien bendice en la práctica no es usted, es el Espíritu de Dios quien lo hace porque usted lo pide. Si cae en el "yo bendigo...", puede terminar ensoberbeciéndose, y entonces ya estará debilitándose frente a los entes.
3. Bendecir un espacio sin usar agua bendita es posible, sí, una cierta mejora en la energía se da, pero el efecto es menor que con ella.
15.1. Poner recipientes de agua bendita en la vivienda
Algo que mejora la energía espiritual de una vivienda de manera permanente es poner en algunas salas recipientes con agua bendita.
No hay una norma rígida para definir la cantidad de recipientes ni la cantidad de agua que ha de contener cada uno, pero a modo orientativo puedo decir que algo que personalmente siento adecuado es medio litro de agua para cada botella.
Llegué a deducir esta cantidad basándome en mi propia sensibilidad a la energía espiritual. Tengo una sensibilidad de tipo táctil que me permite sentir en la piel cuándo la energía de un ambiente es positiva o negativa y con diferentes grados de intensidad.
Cuando estaba haciendo pruebas en mi casa sobre la cantidad de agua bendita que debía poner en cada recipiente, sentí que la energía que los recipientes irradiaban con más de medio litro llegaban incluso a incomodarme por la intensidad de la irradiación.
No hace falta poner recipientes en todas las salas. Se pueden poner, por ejemplo, en aquellos espacios en que se esté de modo más frecuente, o siguiendo la propia intuición.
Hacer esto no va a eliminar totalmente la energía espiritual negativa ni va a impedir que algunos entes circulen por la vivienda, pero ahuyentará al menos a una parte de ellos, los que se queden estarán más débiles y va a ser necesario bendecir la casa con menos frecuencia.
15.2. Sobre mi sensibilidad personal a las energías espirituales
Ahora voy a describir detalladamente cómo funciona en mi caso esta manera de sentir la energía espiritual.
Quiero hablar sobre ella porque pienso que es un buen indicador de que durante los procedimientos de protección y liberación espiritual descritos en este libro la energía realmente se mueve. Además, opino que se trata de un fenómeno lo suficientemente relevante como para registrarlo por escrito. Incluso para, si en algún momento se da en otras personas, ayudarlas a comprenderlo.
Los escenarios en los que la he sentido hasta ahora son los siguientes:
1º. En ambientes físicos
Cuando estoy en un ambiente con energía espiritual negativa puedo sentir como una pesadez fatigante y desagradable en el ambiente. Cuando es muy muy negativa llego a sentir en el aire como una especie de “fetidez ácida”.
Cuando es positiva, puedo sentir una sensación en la piel como si estuviera en un bosque con una temperatura fresca, primaveral, muy agradable.
Esta sensación de frescor tiene muchos grados de intensidad. Un ejemplo de situación en el que pueda sentirla fuertemente es cuando bendigo por primera vez un ambiente que esté muy impregnado de energía negativa. Puede ser que lo bendiga y al momento se dé un contraste brusco, pasando a sentir la energía de frescor de un modo muy intenso y nítido.
2º. Al hacer las oraciones de autoprotección y autobendición
Al hacer las oraciones de autoprotección (oración del manto, oración nocturna, etc.) o bendecirme a mí mismo con agua bendita también puedo sentir esporádicamente la sensación positiva de frescor, a veces también acompañada del cese de malas sensaciones tales como agotamiento físico, pensamientos negativos, etc.
3º. En algunas ocasiones, al leer la Biblia
No conozco el funcionamiento íntimo de esto, pero la única lectura que puedo hacer al respecto es que a la hora de leer la palabra de Dios, esa palabra es realmente de Dios, y vigoriza a la persona incluso en el nivel de su energía espiritual.
He llegado a tener sensaciones de frescor no solo leyéndola, algunas veces las tuve también escuchándola en audio.
El caso más curioso de esto consiste en que, algunas veces, el frescor ha aparecido escuchándola incluso en otro idioma, sin ni siquiera comprender el discurso al 100%. Por ejemplo, ha habido momentos en que me ha pasado escuchándola en inglés y a lo mejor no conseguía entender más del 70% de lo que se decía.
4º. Al practicar exorcismos
La situación en que esta sensación se manifiesta de un modo más intenso es cuando practico exorcismos. En medio de las oraciones llega a funcionar también como una especie de “termómetro sensitivo”, indicador de que realmente la energía espiritual positiva se mueve en ese momento.
Puede pasar que en un exorcismo especialmente difícil la sensación de frescor sea también especialmente intensa porque hace falta que se mueva más energía para resolverlo. A veces he llegado a sentirla de un modo tan fuerte que describiría la sensación como si estuviera debajo de una cascada de un agua muy fría y pura, pero con la particularidad de sentir como si esa agua traspasara mi cuerpo por dentro, entrando por la cabeza y llegando hasta los pies.
En algunos momentos, principalmente en un día con muchos exorcismos, esa sensación de frescor no solo puede no disminuir, sino que conforme pasa el día puede ir haciéndose más y más intensa. La sensación energética puede llegar a ser tan fuerte que parece (la sensación es indescriptible, pero ahora usaré una metáfora para intentar llegar lo más cerca posible de su descripción) como si tuviera un reactor nuclear dentro del cuerpo.
Quisiera resaltar que durante las bendiciones y sesiones de liberación espiritual estas sensaciones se dan, al menos en mi caso, con frecuencia, pero no siempre.
También he de decir que esta sensación de frescor no debe confundirse con aquella otra sensación de frío glacial que producen algunos seres espirituales negativos cuando se hacen presentes.
Cuando la energía es benéfica, las sensaciones de frescor son placenteras, uno las nota como algo vigorizante. Cuando la energía es negativa, ese frío que se nota es nítidamente desagradable.
Con relación a si he conocido a otras personas sintiendo la energía espiritual de este modo, el único caso que he podido conocer directamente hasta ahora es el de una mujer a la que le practiqué un exorcismo.
Al terminar la sesión me dijo que en algunos momentos en los que yo estaba cerca de ella había notado que emanaba de mi cuerpo como una “energía de frescor”. Luego, durante una imposición de manos sobre la cabeza del paciente que se practica al final de sesión (el procedimiento de sellado energético), me dijo que sintió como si le cayera un agua fresca en la cabeza que se le fue derramando y corriendo por dentro del cuerpo, que le corrió por dentro de los brazos hasta llegarle a las manos.
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