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Exorcismo por Skype: cómo y por qué funciona. Isidro Jordá

Actualizado: 8 oct 2018


El mero hecho de hablar de exorcismo ya le puede parecer algo de locos a cualquier profano en la materia, cuanto más hablar de exorcismo por videoconferencia. La cosa suena a broma… pero, sí, funciona, y muy bien por cierto. En mi tarea como exorcista cristiano laico la mayoría de los procedimientos son por esta vía y puedo decir que tienen la misma efectividad que los presenciales.


Para comprender esto hay que considerar primero lo siguiente: los espíritus, sean de la naturaleza que sean, están hechos justamente de lo que podemos llamar energía espiritual, que tiene un comportamiento muy diferente de los tipos de energía que operan en nuestro plano físico. Por ejemplo, un fantasma puede desplazarse a la velocidad del pensamiento, de manera que en un exorcismo por videoconferencia en el que exorcista y paciente están cara a cara, para él es como si todos estuvieran en la misma sala. El paciente puede estar en Europa y el Exorcista en América, al ente le bastará con dar un paso hacia el exorcista y ya estará, literalmente, en su sala.


Mi primer exorcismo virtual se dio justamente porque me vi obligado a improvisar un medio de atender a una persona que estaba en otro país y que no tenía cómo llegar físicamente hasta mí. Y partí del siguiente principio: algo como los maleficios, que consisten en hacer que seres espirituales negativos o la energía psíquica de un mago sean enviados a distancia para dañar a alguien, funciona perfectamente, esto es tan antiguo como la humanidad misma. Entonces, si la energía espiritual negativa se propaga a distancia con total facilidad, ¿por qué no iba a pasar lo mismo con la energía elevada que se transmite en una bendición o que le es concedida al exorcista cuando practica las oraciones de liberación?


Así, tomé el procedimiento presencial que uso habitualmente (que puede combinar oraciones, imposiciones de manos, pases y fricciones), lo adapté al medio online y funcionó.


Para ilustrarlo, cuento hora algunas situaciones que me parecen especialmente claras. Como es de praxis cuando se escribe sobre este asunto, ocultaré los nombres reales de los pacientes.



El caso de Patricia


Hay un tipo de influencia espiritual en la que los entes se instalan y circulan por el áurea de la persona (uno de los campos energéticos que emite el cuerpo humano y del cual los entes toman energía) sin llegar a penetrar propiamente en el cuerpo físico.

Este fue el caso de Patricia, que empezó la sesión diciéndome que sentía todo el cuerpo agarrotado y dolorido.


Empecé un ritual que, realizado presencialmente, combina oraciones de liberación con suaves fricciones con las manos de cintura para arriba en el paciente (estas ayudan a los entes a salir del cuerpo). Para sustituir las fricciones en la videoconferencia ideé lo que he dado en llamar pases de impulso (descritos en el epígrafe 10.8. Pases de impulso de mi Guía de liberación espiritual o exorcismo). Pues bien, como a través de ellos se proyecta energía espiritual elevada, en este caso desde la cintura del paciente hacia arriba, Patricia comenzó a experimentar como una sensación de opresión en toda la parte superior del cuerpo, desde el pecho hasta la cabeza, además de dificultades para respirar y una sensación de náusea. Es como que los entes fueron concentrándose en la parte superior del cuerpo a causa de las ráfagas de energía que le llegaban desde abajo. Después de una primera tanda de oraciones las sensaciones negativas disminuyeron significativamente, pero luego Patricia empezó a sentir como hormigueos en diferentes puntos, como si tuviera ratones que le corrían por el cuerpo. Así empecé a usar otra técnica de extracción, la de arrancado (descrita en el punto 10.10. Movimientos de arrancado de la guía). Así, le iba preguntando: “¿Dónde sientes molestia ahora?” Ella me señalaba partes específicas del cuerpo y yo le iba arrancando los entes de cada una de ellas. Me decía: “Ahora está en esta mano, ahora en la parte superior de la cabeza, ahora en los hombros”… Ella estaba usando el teléfono móvil para la videoconferencia, de modo que cuando mencionaba una región del cuerpo fuera de mi alcance visual, le pedía que me la mostrara enfocando la cámara hacia el lugar. La parte que me llamó más la atención fueron las piernas, no las podía mover, tenía todas las articulaciones bloqueadas y doloridas. Entonces le pedí que me las enfocara y empecé a hacer los pases de impulso en el sentido de su cintura hacia abajo, y la liberación de los síntomas fue progresando desde la cadera hacia los pies. Me decía: “Siento como si hubiera alguien que se agarra a mis piernas para no caer por un precipicio. Ahora ya siento los muslos libres… Ahora se está agarrando a mis rodillas, es como si me clavaran unas garras en ellas… Ahora está en los tobillos…”, hasta decir: “Ya está fuera”.


Hasta limpiar completamente a Patricia trabajé sobre ocho puntos específicos de su cuerpo y tras aplicar los pases de impulso y movimientos de arrancado en cada uno de ellos, cada molestia desaparecía al instante. Esto confirma que por videoconferencia la interacción con espíritus y energías psíquicas y espirituales se da.


En otra ocasión también pensé: ¿Y si durante un exorcismo por videoconferencia cae la conexión? Ahí se me ocurrió usar una foto del paciente para visualizarlo, ya que también para los hechiceros es cosa normal usarlas en rituales para atacar a sus víctimas. Los pases se aplicarían sobre la foto como se haría sobre el cuerpo presente de la persona. Con esto hice dos tests, uno usando la foto del paciente pero manteniendo el contacto con él por vía telefónica durante el exorcismo, y luego probé un grado de alejamiento mayor, hacer el exorcismo apenas con la foto de la persona sin contacto visual ni auditivo. Ambos funcionaron pero, esto es verdad, con un grado de efectividad algo menor.


La imagen que tenemos de la persona en la pantalla es apenas un conjunto de pixels, la foto es apenas un papel, pero con ellas el procedimiento funciona porque permiten que el exorcista visualice de manera muy clara la imagen de la persona y que pueda dirigir con mucha precisión la energía mental y espiritual, que no va en sí a la pantalla o a la foto, sino que va realmente a la persona y a los entes. Esto es una perplejidad pero es una realidad.


Valga el ejemplo de otro caso, llamaré a la persona Pedro. Ingeniero químico, trabaja en un laboratorio con máquinas que realizan varios de los procesos de la fabricación de medicamentos. Me llamó una noche, sentía que estaba siendo atacado espiritualmente de manera muy agresiva. Aparte de tener sensaciones de presencias, durante el día varias máquinas del laboratorio se averiaron, una remesa de medicamentos que le encargaron hacer se estropeó 10 veces durante el proceso de fabricación (algo imposible en su caso, pues es un excelente profesional), su jefe y un colega de trabajo se pelearon violentamente ante él, salió enceguecido del trabajo, extremamente confuso, irritado y nervioso, se cayó en medio de la calle y casi lo atropella un coche.


Al hablar con él me pidió que lo limpiara usando apenas su foto, pues dijo que era muy tarde y estaba exhausto. Al día siguiente me dijo que estaba mucho mejor, pero que había dormido mal, con pesadillas, cosa nada normal tras una sesión de liberación. Salvo casos especiales, tras un exorcismo la persona ya queda totalmente libre. Tuvimos que hacer otra sesión pero ahora por videoconferencia y ahí sí ya quedó limpio del todo. No tuvo más síntomas mentales ni “accidentes”.


Tras toda una serie de exorcismos utilizando fotos sin disminuciones en la efectividad, este fue el primer caso donde sí hubo indicadores de que la liberación no se dio al 100%. Actualmente la foto la utilizo apenas como plan B, tiene un grado de efectividad muy considerable, pero si es posible propongo directamente la sesión presencial o por videoconferencia. Hasta ahora no he notado una diferencia de eficacia entre estas dos últimas.


Para terminar, decir que con relación a la liberación a distancia ni siquiera estos son los únicos procedimientos que funcionan. Sé de colegas exorcistas que la realizan sin ningún tipo de contacto directo con el paciente, sin audio, ni vídeo, ni siquiera foto, solo teniendo el nombre y la dirección de la persona. Mi conclusión final es que cuando un exorcista dice “no se puede exorcizar a distancia” es que simplemente no ha encontrado la manera de adaptar su procedimiento a esa situación. Apenas hay procedimientos que pueden adaptarse y otros que no, y no hay otra forma de saberlo que a través del ensayo y error.


Isidro Jordá






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