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11.5. Tratamiento de casos poltergeist

 

El escenario poltergeist, en que las entidades llegan a desplazar objetos físicos, está ligado sobre todo al hecho de que tal capacidad la adquieren absorbiendo mucha energía del áurea de las personas vivas con quienes tengan contacto.

 

Además, puede implicar la acumulación de una gran cantidad de espíritus en el lugar donde se dé.

 

Así, el procedimiento a seguir para limpiar un ambiente afectado por un poltergeist consiste en exorcizar primero a cada una de las personas que haya visto manifestaciones paranormales, con independencia de que vivan en ese ambiente o no. No importa quienes sean —un amigo de la casa, un vecino, un policía, el cartero, etc.—, si han presenciado algún fenómeno habrá de hacerse lo posible para practicarles también el exorcismo. 

 

La primera o primeras personas que presenciaron las manifestaciones serán las más cargadas de entes y la fuente más importante de energía para ellos. De ese modo, siempre que lo permitan las circunstancias, se recomienda liberarlas primero a ellas, practicándoles el proceso de liberación espiritual completo para personas. 

 

Si alguna reside fuera de la vivienda infestada de poltergeist, por supuesto que hay que hacer lo posible también para limpiar su vivienda.

Una vez que las personas estén liberadas, podremos pasar a limpiar el espacio en sí. 

 

Si en el momento del ritual de liberación de un paciente se mueve algo en la sala, puede usted simplemente ignorar el fenómeno, poniendo la atención apenas en ejecutar el exorcismo cuanto antes. 

 

Cuando hablemos con la persona, se recomienda una actitud de “quitarle hierro al asunto”, para tranquilizarla en la medida de lo posible. Para nosotros también sirve esa regla, pues a los entes si les concedemos poder su fuerza crece; si no, decrece.

 

Este es el procedimiento que podemos considerar como “estándar” cuando haya que tratar una casa o un apartamento. O sea, un espacio relativamente reducido y con un número de personas también reducido.

 

En grandes superficies y con gran afluencia de personas, el abordaje será necesariamente diferente.

 

Por ejemplo, voy a contar el caso de un centro de enseñanza primaria y media que tuve que tratar, con más de mil personas entre trabajadores y alumnos.

 

Una tarde, todo un grupo de seres espirituales negativos se manifestó al mismo tiempo. Se mostraron en forma de sombras humanoides con más de dos metros de altura y como bultos azules, golpearon puertas y emitieron voces.

 

Solo los vieron niños con edades entre 7 y 10 años aproximadamente, ningún adulto los vio. 

 

A unos los vieron en el baño, a otros por los pasillos, a otros incluso dentro de las salas de clase, en un horario en que el centro estaba prácticamente lleno de gente, sobre las 4 de la tarde.

 

Entonces, mi abordaje fue el que sigue:

 

Apliqué el mismo procedimiento que se aplica para la liberación de viviendas, pero con algunas adaptaciones.

 

La primera oración fue así:  

 

Padre, Hijo y Espíritu Santo, os pido que me asistáis con vuestra fuerza y vuestra luz purísima y eterna, y que estén presentes vuestros santos ángeles para que me ayuden a realizar este acto de amor y de caridad espiritual hacia los seres espirituales negativos que deambulan por [dirección completa del centro educativo].

 

​Debilitadlos y haced que todos los lazos que los unen a esta tierra queden eliminados; perdonad también todos sus pecados, concediéndoles así la luz eterna.

 

Amén.

 

La adaptación se dió en esta segunda oración. Así:

 

En el nombre de Dios Todopoderoso, de Jesucristo, su hijo, y por el poder de su Santo Espíritu, a aquellos seres espirituales que os habéis hecho ver y oír en [nombre y dirección del centro educativo], escúchame y situaos ante mí.

 

Yo os entrego en manos de estos ángeles, para que os encaminen al lugar que Dios os haya destinado.

Que así sea concedido, Señor, si es tu santa voluntad.

 

Amén.

 

Sentido de la oración:

 

Llamé apenas a aquellos que se dejaron ver y oír en el centro, ya que por tratarse de un lugar con una afluencia masiva de gente, el número de espíritus completo presente en ese espacio en horario de expediente podría ser de cientos de ellos, sería algo imposible de administrar. Tampoco tuve autorización del centro para efectuar exorcismos sobre personas.

 

Durante el procedimiento sentí un movimiento muy fuerte de energía espiritual negativa y sentí un dolor en el pecho que suelo sentir en casos en que el flujo de energías es muy superior al que estoy habituado, que puede durar horas e incluso días después del ritual.

 

En este caso fue así, la carga de entes entregados fue muy fuerte y me quedé con el pecho dolorido durante unos 3 días.

 

Si el procedimiento no hubiera sido efectivo, lo normal es que las apariciones continuaran dándose, pues esos seres estarían actuando con total impunidad. Sin embargo, después de ese día no hubo nuevas manifestaciones.

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